Concejo NacionalSocialista Castellano es un proyecto , con el que empezamos a funcionar seriamente a partir del 10 de Abril de 2006, y tiene como principios básicos: 1) El estudio de los orígenes, cultura e identidad del conjunto antropológico conocido como "indoeuropeo" y su influencia en la historia mundial. 2) La especial profundización en el conocimiento de la "Cultura Occidental" como la más reciente manifestación del mundo indoeuropeo al que pertenece. 3) La recuperación y divulgación de las tradiciones populares europeas. 4) El conocimiento del espacio geográfico y medioambiental de nuestro continente. 5) La lucha por una Castilla unida, territorial y espiritualmente, actualmente dividida en 5 Comunidades Autónomas, ( Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Madrid y Castilla- La Mancha ) regiones históricas de Castilla la Vieja, León y Castilla la Nueva. 6) El uso y promoción del latín como idioma intereuropeo común. 7) La búsqueda de propuestas y proyectos filosóficos, sociales y metapolíticos para un mejor y mayor acercamiento de los pueblos europeos con vistas a una unidad superior de los mismos. 8) El reconocimiento de Castilla como nación, de sus tradiciones, cultura, folklore, lengua, instituciones... en un marco de máxima cooperación con los demás pueblos de Europa. Un poco de Historia: El nombre de Castilla es popularmente conocido el 15 de Septiembre del año 800 d.c. en un monasterio del valle de Mena ( Burgos ), antes a esas tierras se las llamaba Bardulia. El elemento racial que iba a constituir la Castilla condal era de una base visigótica, y otra más pequeña población de Cántabros y pueblos celtas. Es la continuación de la época visigoda, lo demuestran los bailes tradicionales castellanos, y las leyes que se aplicaban, así como la verdadera democracia de los concejos abiertos en el que una persona podía expresar su opinión con la mano alzada. A medida que proseguía la reconquista, Castilla se iba extendiendo de la mano de Fernán González, primer conde de la Castilla independiente, hasta alcanzar Madrid en el año 1085. Pero la expansión no terminó en Madrid, los castellanos reconquistamos las tierras a parte de las de nuestra nación, tierras de Extremadura, Murcia y Andalucía. Esta claro que Castilla fue el reino que más luchó por la reconquista de los pueblos peninsulares, al terminar la reconquista la corona de Castilla abarcaba: Castilla, Vasconia, Galicia, Asturias, Portugal, Extremadura, Andalucía y Murcia. La corona de Castilla era un Estado monárquico. Con la llegada de Carlos V a Castilla, muchos castellanos y no castellanos no vieron bien que un monarca extranjero, que ni siquiera conocía la lengua castellana se estableciera en la corte, a eso llevó la revuelta comunera. Mas tarde, Felipe II trae la corte a Madrid, pero fue a partir de la llegada al poder de Felipe V cuando este monarca instauró en todos los pueblos de las Españas, todo lo castellano, ahí empiezan los recelos de los demás pueblos de las Españas, al ver que su cultura intenta ser exterminada imponiendo otra de fuera, es importante reseñar que esto lo hicieron las clases dirigentes monárquicas y no Castilla, el pueblo. Así llegamos al levantamiento contra el invasor de 1808, justo en este momento comienza lo que conocemos hoy, el sistema actual prácticamente, los “valores” de la “ revolución” francesa se implantaron a sangre y fuego por Castilla y el resto de Europa, las provincias del Estado Español son producto de esta guerra, nuestra organización tradicional es la comarca. A partir de este hecho se consolida el Estado Español con la constitución de Cádiz en la que participaban, liberales y tradicionalistas, se empieza a llamar a España, nación. De aquí parte todo lo que tenemos hoy. Aquí tenemos la prueba que este sistema al que llaman “democracia” se implantó a sangre y fuego asesinando y matando a miles y miles de personas. Con este hecho se resume prácticamente todo lo acontecido en Castilla durante los últimos 200 años. Envidias, odios, complejos, cobardía, podemos seguir mucho mas... entre hermanos. Quiénes somos y qué queremos Somos nacionalsocialistas, así de claro y así de sencillo, cuya denominación "nacional" es adjetivo y "socialista" es sustantivo; lo fundamental en nuestra definición es el socialismo, es decir, la prevalencia y preeminencia de los intereses de la comunidad sobre cualquiera otros individuales o de clase. Y calificamos nuestro socialismo como "nacional" para dotarlo de un contenido patriótico y único, que lo diferencia del falso socialismo marxista o socialdemócrata que es, por definición, internacionalista y apátrida. Somos identitarios, porque defendemos el derecho de todos los pueblos a conservar sus señas diferenciales de su personalidad histórica, esto es, tradiciones y costumbres, lengua y país de arraigo, símbolos y banderas. Somos racialistas porque creemos en la pluralidad y diferencialismo de la especie humana y defendemos esta variedad como una riqueza y un derecho, desde los indios de Chiapas, a los tibetanos o los zulúes, pasando natural y prioritariamente por los pueblos de Europa y de su estirpe Queremos vivir nuestra propia vida, y exigimos nuestro derecho a pensar y disentir, libres de los vampiros sionistas de la finanza y sus lacayos los tiburones capitalistas de las multinacionales. Queremos acabar con el saqueo y expolio de las riquezas de la tierra, a la que veneramos como la Madre común Queremos una revolución de cuerpos y almas que retorne al justo orden de la Naturaleza eterna Somos nacionalsocialistas, porque el Nacionalsocialismo es natural y todas las personas libres, trabajadoras y decentes de este planeta son tácitamente nacionalsocialistas, aunque ellas no lo sepan y aunque no lo crean. Tres ideas básicas 1.- La supervivencia, engrandecimiento y liberación de Europa como fin último de toda doctrina y de toda acción. Europa es una unidad geográfica, pero ante todo y sobre todo consanguínea y cultural, diferenciada del resto del mundo. Nuestro esfuerzo se dirige, pues, a forjar entre todos los pueblos de nuestra estirpe y muy principalmente en el continente europeo, la conciencia de esa unidad, que debe tomar forma política, militar y económica frente a las agresiones de los "U.S.A.", estado lacayo de Israel y gendarme del imperialismo sionista. 2.- La formación de un gran movimiento popular y comunitario que luche por la socialización de los medios de producción, por la liberación de la servidumbre ante la usura de la pultocracia financiera y por la elevación del trabajo a principio básico del rango social, a través de una auténtica democracia que controle directa y efectívamente los mecanismos de la Administración y puedapedir cuentas a sus políticos. 3.- La disfusión y consolidación de los conceptos "socialismo, federalismo y república" entre todos los pueblos de España, la cual no es un concepto metafísico, sino geográfico e histórico, una gran familia de naciones hermanas, y por lo tanto parecidas pero no idénticas que, dentro del mutuo respeto a las instituciones, lenguas, emblemas y tradiciones de cada cual, buscan una fórmula de convivencia y un proyecto de futuro.Nuestra propuesta es lo que lamamos la "restitución de Las Españas" ( o lo que otros llaman la "refundación de España"), en forma de una "República Federal" de carácter nacionalsocialista, dentro del marco de una Confederación Europea que llamamos Imperio. 4.- Reafirmación de la independencia nacional de todos los pueblos europeos en sus raíces étnicas con sus propias características culturales, tradicionales, lingüísticas... esto no quiere decir formar estados nuevos, pensamos que sería un paso hacia atrás, lo primero es la revolución y luego la constitución de todos los pueblos en solidaridad mutua. Tampoco vamos a promover la inmigración aunque sea intereuropea. Concejo NacionalSocialista Castellano es una agrupación que trata de vivir conforme a los principios y valores de la Tradición Indoeuropea, cuya más completa interpretación filosófica y más perfecta aplicación socio-política se encuentra, según creemos, en el movimiento nacionalsocialista, vivencia que no es una nostalgia del pasado, sino la fe del futuro como cosmovisión total que debe identificar y guiar a todos a los pueblos de estirpe europea, apartando los aspectos censurables o erróneos que, por motivos meramente históricos, coyunturales y puntuales, pudieran ser atribuibles al citado movimiento en el pasado, pero que, en cualquier caso, no invalidan sus muchos aspectos positivos que, a tenor de la libertad de expresión que garantiza el Ordenamiento constitucional del Estado Español, pueden ser mantenidos y expuestos, en cuanto no están fuera de la ley y siguen dando respuestas razonables y eficaces a los problemas de nuestro tiempo en el siglo XXI. Declaramos de forma expresa y rotunda que el Concejo NacionalSocialista Castellano(en adelante CNSC), condena sin paliativos la violencia xenófoba y la incitación al odio racial, así como la apología del cualquier actuación contra los derechos humanos, ayer, hoy o en el futuro. Del mismo modo, declaramos que en ningún momento pretendemos ir contra colectivo étnico o religioso alguno, ni tenemos la más mínima intención de rehabilitar aún alentar conductas que pudieran llevar a esos mismos actos en el futuro. Por el contrario, es nuestra meta la concordia y la paz entre los pueblos, razas y culturas, dentro del respeto a la identidad, libertad y dignidad de los mismos, en un mundo más justo y solidario. Ideología y Normas de Estilo La forma de pensar de los militantes del CNSC constituye su ideología. Su forma de actuar constituye su estilo. Para forjar el nuevo hombre del siglo XXI, CNSC propugna una ideología y un estilo.Los puntos que configuran la ideología y el estilo no están cada uno de ellos aislado o independiente de los demás, sino que el conjunto de todos ellos edifica la forma de ser que distingue a un militante. Decálogo Ideológico 1) Europa es una síntesis de sangre y suelo, una agrupación de pueblos, ramas de un mismo árbol, que comparten una misma historia y un idéntico e irrevocable destino. Europa, por lo tanto, no solo es un concepto geográfico, sino sobretodo, racial y cultural que comprende el gran espacio geopolítico ocupado por las naciones de estirpe blanca, desde el Atlántico a Vladivostok, junto con las comunidades de la misma estirpe y origen extendidas por el mundo. Exigimos, por ello, la superación del nacionalismo insolidario y reaccionario, obsoleto por otra parte, y la integración de todos los pueblos y territorios europeos en una Confederación o Imperio de carácter racial y socialista. 2) Aseguramos con firmeza que el sistema partidocrático imperante, ni es el único posible, ni desde luego es el mejor. Asumimos la fórmula democrática en el sentido de gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, pero una verdadera democracia representativa y directa, donde los delegados políticos tengan que rendir cuentas de sus acciones u omisiones ineludiblemente, donde se elija a personas y no a listas cerradas. Queremos, pues, una democracia, pero nada más lejos de una democracia que el parlamentarismo liberal. Existen otras fórmulas de representación y control popular eficazmente probadas que nosotros proponemos como alternativa revolucionaria. 3) Exigimos la socialización estatal de la banca y la finanza, el derecho de intervención y control del Estado sobre los medios de producción a través de los “Consejos de Trabajadores”, la supresión de las sociedades anónimas y de las rentas que no provengan del ahorro o del trabajo personal, la persecución legal de la usura y de cualquier especie de especulación, porque la liberación de la servidumbre del interés del dinero es y será el objetivo fundamental de toda nuestra política económica. 4) Si hay cosas para hacer y gente para hacerlas (y ambas cosas nunca faltan en una sociedad sana y en marcha) consideramos irracional, absurdo y criminal que un estado acepte y someta a la lacra del paro. La creación de “Brigadas Móviles de Trabajo” en las que estén encuadradas obligatoriamente todos los trabajadores cesantes, realizando tareas de servicio y atención social, soluciona la situación económica de los parados y es fuente de nueva riqueza. La huelga, arma legítima contra la voracidad de los tiburones capitalistas, no es que esté prohibida sino que no tendrá sentido en un régimen nacionalsocialista. 5) Exigimos la promulgación de una ley especial contra vagos y maleantes, pues en un régimen popular y socialista de trabajadores no hay ni puede haber pobres, ni desheredados, ni mendigos ni pedigüeños, como no puede haber elementos asociales y patológicos por lo que también exigimos la convocatoria de un plebiscito para la reimplantación de la pena de muerte por delitos especialmente repugnantes a la conciencia social, así como la confiscación de bienes a los homicidas, ladrones y estafadores, como restitución para sus víctimas o herederos de estas. 6) Exigimos una política de eugenesia social y familiar que combata vicios y hábitos nocivos y castigue la apología y ostentación de conductas aberrantes contra natura y que al mismo tiempo eleve y ennoblezca al varón y a la mujer física y espiritualmente, facilitando la práctica del deporte popular como fuente de salud y eliminando de este la profesionalización, el negocio y el espectáculo del masas histéricas. Y ante la ola de inmigración alógena que nos anega, exigimos la inmediata defensa de la identidad étnica de los pueblos genéticamente europeos, haciendo prevalecer, frente a cualquier otro, el “ius sánguinis” (derecho de sangre). 7) Es prelación especial en la obra de nuestro régimen, la protección y promoción de todas las artes y en todos los ámbitos, pero también la denuncia de la degeneración estética, producto de mentes enfermas o de mercaderes sin escrúpulos, pues en arte no hay más crítico ni “entendido” que el pueblo al que va destinado. 8) Exigimos la restitución al primer rango productivo de la pequeña y mediana empresa, base indispensable de una sociedad libre y autosuficiente, por medio de nuevas leyes fiscales y facilidades crediticias que impulsen la inversión en el comercio, la pesca, las profesiones liberales, los oficios artesanos, los servicios y sobretodo en la actividad agropecuaria, legislando para esto último la expropiación de las grandes fincas improductivas para su reparto a los nuevos campesinos o a sus antiguos colonos y braceros, y exigimos también la participación solidaria de los trabajadores en la administración y beneficios de las empresas. 9) Exigimos la conservación y restauración radical de los ecosistemas naturales, sin consideración alguna a intereses políticos o económicos de ninguna índole y la recuperación y regeneración hídrica, floral, faunística y ambiental, con castigos ejemplares para incendiarios y contaminadores: y nos imponemos la obligación irrenunciable de llevar a cabo una revolución total de poblaciones rurales, con la recuperación del entorno económico-paisajístico y la arquitectura rural tradicional de cada país, porque el campesinado constituye la columna vertebral de la sociedad natural y sana que pretendemos instaurar. 10) Consideramos vital para nuestra supervivencia y la preservación de nuestra seguridad y libertad, la organización de las Fuerzas Armadas Europeas, con mando único y separando las fronteras tradicionales de los estados, compuestos por profesionales apoyados por milicias voluntarias a tiempo parcial e institucionalizando la instrucción militar (varones y mujeres por igual aunque en funciones especializadas y separadas) en las escuelas y universidades. La objeción de conciencia, compresible y admisible en los estados liberales, que para nada representan ni defienden los intereses de los pueblos ni de la raza, no tendrá justificación ni será admitida en un régimen nacionalsocialista, donde la supervivencia racial y la defensa con las armas de la libertad y del pan, constituyen un imperativo moral y biológico en todo miembro sano de la sociedad. Estos diez principios ideológicos que los miembros de CNSC profesan íntegramente, se resumen en uno: Queremos una Europa con unidad política, autarquía económica, libertad social, seguridad ciudadana, pleno empleo y orden, bajo el imperio de la verdad, la paz, justicia y la belleza. Decálogo de Estilo 1.- Firme disciplina. Reconocer y aceptar la autoridad, obedeciendo las órdenes sin discutirlas, aunque tengamos el derecho de exponer las quejas u objeciones a las personas responsables y el deber de aportar nuestra opinión cuando lo creamos necesario. También tenemos el deber de obedecer en la vida civil a las personas dotadas de autoridad legal o moral (jueces, policías, maestros, padres o personas de edad), siempre que no se excedan en sus atribuciones, o sus órdenes se hallen abiertamente opuestas a nuestros principios ideológicos o éticos. 2.- Espíritu comunitario. Debemos ser conscientes de que todo lo que nos rodea, en la calle o en el campo, pertenece a la comunidad y, consecuentemente, también a nosotros. Es deber del militante respetar los servicios públicos, mantener limpio y ordenado el entorno en que nos movemos o trabajamos e intervenir en todo aquello que pueda ayudar a la mejor convivencia cívica, así como prestar auxilio o remedio, sin excusa, a personas, animales o cosas que se encuentran en peligro o necesidad por cualquier causa. 3.- Espíritu naturista. Tener un auténtico espíritu de amor y conocimiento de la Naturaleza es la mejor forma de respetarla. Este espíritu puede desarrollarse y demostrarse con actividades como el montañismo, la marcha y acampada, la natación y el submarinismo, el remo y la vela, la espeleología, etc. En la Naturaleza se han de respetar las plantas y animales y dejar perfectamente limpios los lugares por los que pasemos. Dormir al aire libre y vivir a la intemperie, aunque sea por cortos pero frecuentes periodos de tiempo, es indispensable para el militante. 4.- Espíritu deportivo. Todo militante debe mantener una constitución física en forma y acorde con su manera de pensar y sentir. Cada militante, varón o mujer, debe practicar al menos un deporte asiduamente, pero totalmente fuera del profesionalismo y el negocio, eligiendo los más acordes con la constitución de cada sexo para mejorarlo y ennoblecerlo con la salud y la belleza. No admitimos que un cuerpo joven esté abandonado por simple pereza o vicios. 5.- Espíritu formativo. Después de nuestras horas de trabajo y ejercicio físico, solo existen tres posibilidades de ocupar nuestro tiempo libre: La ciencia, el arte y la formación espiritual. No puede aceptarse en un militante el perder tiempo en actividades y diversiones intrascendentes cuando no perjudiciales. El estudio de textos científicos de toda índole, la lectura de los clásicos de la literatura, la audición de buena música, popular o culta, no importa, las visitas periódicas a museos, exposiciones y lugares de interés histórico o paisajístico, la práctica de alguna actividad artística o artesanal por nuestra parte, así como la ascesis espiritual por medio de disciplinas como la meditación y otras técnicas de autocontrol y sublimación humana, son actividades de obligado cumplimiento para todo militante. 6.- Comportamiento ejemplar. En todo momento el militante debe hacer patente su moral y su estilo. No fumar en lugares públicos, no embriagarse jamás (y si no se bebe alcohol mucho mejor), utilizar un lenguaje correcto sin expresiones soeces o groseras ni tonterías de moda, mantener una sana, natural y decente relación entre ambos sexos, vestir con limpieza y corrección pero con austeridad y no siguiendo los dictados de la moda (tanto hombres como mujeres), mantener pulcritud, higiene personal y posturas dignas, ser moderados en el comer, cumplir con el deber, tanto si uno es estudiante como trabajador y no asistir a lugares de ambiente degenerado, y mucho menos aun, clubs de “alterne” o prostíbulos. 7.- Amor a los animales. La defensa de los animales, tanto salvajes como domésticos, debe constituir un punto importantísimo dentro del estilo de los militantes, procurando difundir este principio y combatiendo espectáculos brutales como las corridas de toros y las peleas de gallos o perros, absteniéndose de practicar falsos deportes, como la caza, la pesca o el tiro-pichón, expresión de crueldad innecesaria y prepotencia humana, pues el cazar o pescar solo está justificado como medio ineludible para la subsistencia. 8.- Espíritu revolucionario. Frente al espíritu hedonista y acomodaticio que todo lo invade y ante la sociedad permisiva y “tolerante” de nuestro tiempo, el militante debe mantener un talante revolucionario de trabajo y dedicación, de esfuerzo y sacrificio, de superación y exaltación de valores superiores. Cada cual debe desterrar de sí la desidia y la pereza, esforzándose en luchar consigo mismo y no perdonarse debilidades y acomodos. El espíritu revolucionario se caracteriza por mantener siempre la justicia y la verdad contra todo y contra todos. 9.- Ética de lucha. Queda proscrita la violencia como sistema y sin sentido. La violencia y la utilización de la intimidación o la fuerza física, carece de razón cuando no está motivada por la defensa de la vida, la libertad o el honor, en la medida necesaria. No debemos intentar vencer con la fuerza, sino convencer con la verdad y la conducta intachable. No somos pacifistas pero sí pacíficos sino se nos ataca injustamente. 10.- Desprecio absoluto por el dinero. Jamás deben producirse discusiones entre militantes por cuestiones económicas. Toda discusión es lamentable entre camaradas, pero si bien puede explicarse cuando se trata de temas filosóficos, religiosos o políticos, queda absolutamente fuera de lugar cuando los motivos son exclusivamente materiales. Una Nueva Fe El nacionalsocialismo es una estructura ideológica y vivencial totalitaria basada en la Verdad; un paso hacia un nuevo orden mundial concebido sobre el Eterno Orden de la Vida, una nueva fe más cercana al principio original que cualquiera otra de las contemporáneas. Pero este acercamiento a la Verdad significa despegarse de toda religión. Nosotros, nacionalsocialistas, respetamos toda fe religiosa sin estar limitadas por ninguna. La única “religión” sobre todas las religiones es el fuerte sentido del deber que nos liga a nuestra raza, (desde nuestros antepasados hasta los que están por nacer) y la fidelidad al Führer. Un sistema que mantiene unidos a los arios como “clan de clanes” a través de todos los cambios de la fortuna. Y también es una fe en Dios como Vida, Calor y Luz, cuyos mandamientos son inflexibles leyes de la Naturaleza, expresión de la armonía interior de su propio Ser en toda fase y en todo detalle de su manifestación en el Tiempo. De hecho, no hay ni puede haber otra regla de conducta para los nacionalsocialistas auténticos que “vivir en la Verdad”, el amor a la verdad en todos los tramos y aspectos de la vida, tanto públicos como privados, es decir, a tono con el orden eterno del Universo, realizando cada una de las tareas que le sean propias, al tiempo que cada cual se mantiene internamente en paz consigo mismo y con todo ser creado. ¿Se comprende ahora por qué el nacionalsocialismo es mucho más que un movimiento "político" Pero esta fe conlleva inevitablemente una ética, la única ética que puede ir mano a mano con esta fe y que no es otra que una vida personal y colectiva acorde con la lógica del Universo, acorde con las leyes biológicas y sociales que expresan la voluntad de la Naturaleza, la voluntad de Dios, la finalidad suprema de la creación. Y la ética significa para nosotros Amor, amor a la vida y a todos los seres, no solamente al hombre por el hecho de ser hombre. Y significa también conocimiento y respeto del Orden eterno y de sus valores a través de la contemplación de la belleza, puesto que lo visible es fiel imagen de la Perfección Invisible. Por eso, junto a la fe y la ética nacionalsocialista, hay también una estética única y distinta que nos define a través de un estilo inconfundible manifiesto en nuestros símbolos y en una especialísima dedicación a las Artes como sublimación del espíritu, dedicación verdaderamente “religiosa”, porque el Arte así entendido nos eleva en místico arrebato a la iluminación y a la visión de lo trascendente. La “religión” de un nacionalsocialista es, el conocimiento de la Naturaleza y la aceptación de sus leyes, el trabajo amorosamente realizado dentro de ese orden natural, la lucha cuando sea precisa, la ética y la moral más estrictas en pensamientos, palabras y obras, por fidelidad a la Verdad y la sublimación de todo ello en la Belleza, como máxima expresión material de la perfección de lo Eterno.Las religiones tradicionales se basan en cuatro pilares: el dogma, la moral, la liturgia y el espacio sagrado. También el nacionalsocialismo se encuentra en lo que pude llamarse “interpretación científica” de las doctrinas védico - brahamánicas; su moral, en la doctrina mazdeísta y el mundo de la Caballería medieval, su rito, inspirado en la antigua y majestuosa liturgia católico- romana y su espacio sagrado en una nueva versión de los estilos arquitectónicos dórico, románico y gótico, siendo estos cuatro aspectos las piedras angulares de nuestro mundo religioso en una grandiosa síntesis de espiritualidad y arte. Festejar en las fechas correspondientes las conmemoraciones del Führer y demás “días fastos” del nacionalsocialismo, de nuestras naciones y de nuestras tradiciones raciales (20 de Abril, 23 de Abril, 30 de Enero, 1º de Mayo, 9 de Noviembre, Solsticios, etc). Contacto, dudas y preguntas a: cnsc.madrid@yahoo.es |
sábado, 27 de octubre de 2007
Ideologia del CNSC
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