martes, 19 de febrero de 2008

KOSOVO ES ALBANIA

Como es sabido, Kosovo fue aliado del nacionalsocialismo como “núcleo duro” para su política respecto a Albania, una vez que Hitler liberó Yugoslavia. En 1941, Italia y Alemania se dividieron momentaneamente la Kosovo yugoslava liberada, en tres zonas: a Bulgaria se le asignó la parte colindante con Macedonia, Alemania se cogió de Mitrovica e Italia se quedó con la mayor parte de Kosovo, que fusionó con la Albania de la que se había apropiado con anterioridad.
El comportamiento de los ocupantes con la población autóctona fue muy distinto. Los alemanes permitieron y estimularon la depuración de los serbios en su zona, estimulando con su pasividad el resurgimiento del orgullo nacional, algo que no gustaba a los serbios (mayoritariamente católicos) y los albaneses (musulmanes en su mayoría, y en el caso de Kosovo, más rígidos en sus creencias). Por el contrario, los italianos contuvieron reprimieron cualquier tipo de creencias nacionalistas entre los grupos étnicos de su área unificada.

En septiembre de 1943, al ser derrocado Mussolini, la Gran Albania fue cogida por los alemanes, y cuando las fuerzas aliadas quisieron recuperar la zona, utilizando la plataforma de la costa albanesa para avanzar, se encontraron con que los Nacionalsocialista habían construído un baluarte defensivo en Kosovo, por obra del lugarteniente de Hitler, Hermann Neubacher, que utilizó y alimentó en su provecho el orgullo racial de estos. En febrero de 1944, Adolf Hitler había autorizado incluso la formación de divisiones SS para proteger la “pureza étnica de los albaneses”, alimentando el sueño mítico de la unidad étnica albanesa.

De la época Nacionalsocialista proviene pues la razón de la actual lucha étnica de preservación de que “disfruta” Kosovo. Los aliados, encontrándose con un problema que no tenían ganas de resolver, prefirieron reconocer el gobierno albano en el exilio

jueves, 14 de febrero de 2008

CASTILLA SOCIALISTA


1.1. Socialismo es el convencimiento ético de que el bien del pueblo, la supervivencia de la raza, es prioritario frente a los intereses particulares y los deseos de cualquier grupo. El bien del pueblo debe entenderse como todo aquello que lleve a los integrantes de dicho pueblo a una mayor calidad humana, tanto física como ética y espiritual, a una formación personal, artística y cultural superior.
1.2. El sentido del desarrollo que se considera “positivo” es aquel que es coincidente y adecuado al carácter popular, a su idiosincrasia racial y al sentido natural.
1.3. Ser socialista es por tanto trabajar para que este desarrollo positivo alcance a todo el pueblo, que que intereses particulares (los del dinero son los que más potentemente destacan) ni los de grupo (y en ellos debemos encuadrar los intereses democráticos de partido, los de la finanza, o los intereses de otras razas) se opongan a ello.
1.4. Es necesario recalcar que la base del socialismo es una actitud ética frente a los problemas, o sea un “estilo” de hacer las cosas, más que una ley matemática o económica. Hay muchas formas prácticas de ser socialistas, pero sólo un sentimiento socialista.
SOCIALISMO Y ECONOMIA
2.1. Errores básicos:
2.1.1. La más grave corrupción de la idea socialista es su construcción, su limitación, al campo económico. Este es el principal motivo de todos los malentendidos sobre el tema socialista.
2.1.2. La razón de esta mixtificación está en la materialización impuesta por la campaña mundial sionista (marxismo-capitalismo).
En un mundo dominado por las ideas materialista es lógico confundir ética con interés, bien con provecho, pueblo con clase y socialismo por marxismo. No se debe pues confundir en absoluto socialismo con una discutible teoría económica basada en la propiedad estatal y mucho menos con la repugnante idea de que sólo importa lo económico, el dinero y la economía, para la felicidad, formación y elevación de los pueblos. Y aun menos con la lamentable teoría de que la ética, la cultura, son sólo productos de lo económico. Es un error propio del materialismo parlamentario confundir el bien del pueblo con su bienestar material, con la búsqueda de lo cómodo y fácil, con la satisfacción del egoísmo de la mayoría. El bien material es deseable en tanto en cuanto favorece, posibilita, la ascensión ética y cultural del pueblo. Es un error creer totalmente independientes la economía y la elevación cultural y espiritual del pueblo.
Una carencia de los elementos materiales conducen al hombre a la brutalidad, lo rebajan a esclavo de lo económico, le impiden la cultura. Con hambre y sueño no se puede pedir un pueblo sano física ni moralmente, por más que determinadas individualidades sí se pueda dar este caso. La interrelación cultura-economía existe, pero no es determinante ni unidireccional.
2.2. Socialismo en la economía.
2.2.1. El socialismo se aplica a todos los campos de la actividad humana, y por ello también en el económico. Todo sistema económico que cumpla con los requisitos éticos básicos, o sea, que sea útil para llevar al pueblo a una meta superior de calidad humana, es válido y puede considerarse socialista. No hay pues un sistema económico socialista, sino varios sistemas económicos que pueden ser socialistas si son dirigidos y usados con sentido socialista. Los sistemas económicos son herramientas, medios, no el fin de la política socialista. Por tanto los sistemas económicos pueden cambiarse y modificarse según las circunstancias. Sólo los principios éticos socialistas son inmutables. Evidentemente hay elementos económicos antisocialistas en sí mismo, como todos aquellos que son contrarios a la ética: usura, anonimato, lucha de clases, igualitarismo, explotación, etc.
2.2.2. La expropiación, sindicalizad o la comunidad de medios de producción son algo contrario al Nacionalsocialismo, aunque no son tampoco obligados: son medios a usar o no según las circunstancias, pero sólo si están dirigidos por una ética socialista global.
2.3. Socialismo y finanza.
2.3.1. Finanza es propiamente todo lo relacionado con el uso del dinero. El dinero es un instrumento de cambio en el sistema económico. Por tanto los medios financieros deberían estar al servicio de la economía y esta al servicio de la política del pueblo. La base del socialismo económico es que la economía y la finanza son sólo herramientas de los principios inspiradores de la política socialista. El dinero y la economía no pueden por tanto controlar ni determinar la política ni los fines que se propone el pueblo.
2.3.2. En el capitalismo parlamentario el dinero se convierte en un bien, en una mercancía imprescindible, monopolizada por unas pocas “fabricas” y “tiendas” que especulan con él, haciéndolo escaso y caro. Este mercado del dinero es lo que llamamos políticamente “finanza”, y sus fábricas que monopolizan la creación del dinero son la banca, mediante el crédito.
2.3.3. Es una muestra de total desconocimiento económico creer que el dinero lo “fabrica” el estado o la fábrica de la moneda. El estado capitalista no es más que un cliente más de la banca, que es quien crea el dinero por medio de los créditos. Aunque parte de los bancos fueran oficiales (estatales en el sentido de que su propietario es el estado) actúan en este término como los demás bancos, creando dinero crediticio a alto interés. Para aclarar más todo este montaje es imprescindible la lectura de libros como “Finanza y poder” y “Enigma capitalista” de Joaquín Bochaca.
2.3.4. El poder político, la influencia en los destinos del pueblo, que ha obtenido la finanza por medio del control del dinero son el principal enemigo del socialismo. Este poder político del dinero se dirige de forma predeterminada hacia la consecución de una sociedad materialista en la que el dinero sea por tanto no ya un bien necesario, sino el único bien deseado. Con ello el poder del dinero se hace total. El marxismo es la “elevación” a nivel de ideología, la deificación, del poder económico.
2.3.5. El interés de la finanza en ir a una sociedad materialista es hasta cierto punto lo lógico desde el momento en que dejó de ser una herramienta al servicio del pueblo, se independizó y tomó el control del pueblo. Ello ha pasado siempre que el pueblo dejó de dar el poder político a los mejores, a los hombres honrados.
Pero esta tendencia hacia el materialismo está además propiciada y fomentada por diversos grupos interesados, entre ellos la minoría sionista que aprovecha desde tiempos inmemoriables este arma para lograr planes políticos. Una serie de organismos mundialistas y globalizadotes conforman el poder oculto del parlamentarismo, cuyo nombre real debería ser Plutocracia (gobierno del dinero).
2.3.6. En el estado socialista sólo el trabajo será fuente de riqueza, del dinero. El dinero no puede engendrar dinero: quedan por tanto proscritas la especulación, el interés superior a la inflación y riesgo, las plusvalías en interés privado, las maniobras especulativas, la creación de dinero por medio crédito sin control en bancos privados. El dinero se creará pues en función de los bienes reales existentes, de forma que sirva a su función de medio de cambio para comprarlos y venderlos. Así pues para crear dinero no es preciso oro ni bancos, sino sólo un pueblo trabajador, un país con riqueza natural y un estado socialista que tome las riendas de la finanza al servicio del pueblo.
2.3.7. El crédito debe ser función del estado puesto que la creación del dinero está reservada para el estado. Además así se elimina la potestad de la banca privada de dirigir el crédito hacia donde le conviene sus intereses, chantajeando a las empresas y al mismo estado, y obteniendo gracias a ello el poder político. La banca privada estará pues bajo control estricto de la política financiera del pueblo.
2.3.8. La finanza es el verdadero enemigo actual. Frente a la táctica marxista de presentar al obrero como oprimido por el empresario, frente a la idea de la lucha de clases, el NS presenta la realidad: la finanza oprime tanto a obreros como a empresarios, es la finanza la que crea el ambiente especulativo y avaricioso que después causa las tensiones en la empresa.
2.3.9. La primera acción socialista en el mundo actual sería eliminar la influencia del dinero sobre los medios de difusión de masas, TV, prensa, etc… hoy en día estos medios son meros sirvientes del poder financiero. No hay libertad de prensa sino solo mercado de prensa.
2.4. Socialismo y propiedad.
2.4.1. La desigualdad natural, tanto física como psíquica y ética, entre los hombres y las razas es un hecho, una realidad, no una opinión. Oponerse a ello es inútil además de negativo, conduciendo sólo a utopías imposibles por ser antinaturales, o a la nivelación por lo inferior.
2.4.2. Nuestro socialismo no tiende a esta nivelación por lo inferior, ni pretende una imposible nivelación por lo superior. Buscamos pues la selección de los mejores éticamente hablando, para los cargos dirigentes de la sociedad, evitando que otros principios (como el dinero, las influencias, la pertenencia a partidos, etc.) sean los que impongan la selección. En este sentido nuestro socialismo es jerárquico y anti igualitario.
2.4.3. Las diferencias económicas entre las personas sólo deben estar en función de su trabajo, responsabilidad e iniciativa. El trabajo más sencillo que exista debe estar suficientemente remunerado para llevar una vida digna. Mientras el estado no pueda garantizar este mínimo a todos los elementos del pueblo toda actividad estatal debe ir dirigida a ello.
2.4.4. En las sociedades arias la obtención de este mínimo sería totalmente posible, sin más problema que apartar pequeñas minorías de vagos y delincuentes y controlar la finanza.
2.4.5. La propiedad privada es perfectamente compatible con el socialismo. Nuestro apoyo a los principios de responsabilidad personal favorecen la propiedad privada. Pero no es un principio inalterable, es sólo una posibilidad interesante en tanto no se oponga al desarrollo positivo del pueblo. Por ello la propiedad es limitada y está en todo momento supeditada a ser usada en pro del bien común.
2.4.6. Los bienes de producción pueden ser también privados, colectivos, corporativos, etc., dependiendo de las circunstancias. Cuando los bienes no pueden ser controlados por el dueño, mediante su propio trabajo, la propiedad privada pierde gran parte de su función de apoyo a la personalidad, y se peligra en caer en una acaparamiento de medios inútil para el pueblo.
2.4.7. El anonimato en la propiedad es contrario al socialismo. Los propietarios son siempre responsables de sus posesiones y de su uso. El sistema de “acciones” en sociedades anónimas, donde la responsabilidad está limitada a una participación en la propiedad y un voto, es inadmisible. Se puede participar sólo con dinero (inversión) en una empresa, pero sólo se tiene así derecho a participar en los beneficios, nunca en la dirección y menos en la propiedad.
2.5. Socialismo agrario.
2.5.1. El principio de que la tierra debe ser del que la trabaja es en nuestro socialismo una exigencia completa. Nos oponemos a la propiedad privada de quien no trabaja su propiedad (en los bienes de producción), y nos oponemos a la propiedad anónima del estado como patrón burocrático. Pero en el campo de la propiedad de la tierra tiene además la faceta de ser esta propiedad al mismo tiempo la de su hábitat familiar.
2.5.2. El problema actual de la Agricultura no es económico sino político. El marxismo y el parlamentarismo han impuesto como escala de valores: (de mayor a menor) Sistema / banca – Administración pública – Comercio – Industria – Minería/Agricultura. El estado socialista tomará las opuestas: La Agricultura ha de ser una de las bases del país, de sus decisiones políticas, de sus mandos. ¿Cuántos agricultores hay en el gobierno? Ninguno. Es normal ver como ministros de Agricultura a millonarios o burócratas que jamás ha salido de la ciudad. El campo no existe en las sociedades burguesas.
2.5.3. El poder de decisión debe desplazarse de las grandes macrociudades al campo y la pequeña ciudad. El poder del dinero y la igualdad de voto han dado el poder a la ciudad y su banca. El suburbio domina el campo. Para volver a una agricultura, al campesinado, se debe acabar con el parlamentarismo y el poder político del dinero.
2.5.4. Es utópico, y un engaño corriente, apoyar al campo sin pasar por llevarle la cultura, el desarrollo y hacer pagar a la ciudad un precio a los productos del campo, que permitan al campesino vivir honestamente. Pero mientras el estado sólo se preocupe del voto, los dispersos campesinos no recibirán más que promesas y abandono.
2.5.5. Los sistemas marxistas y parlamentarios liberales para arreglar los precios agrícolas son absurdos. Destruir cosechas es no querer solucionar nada. Propugnar la propiedad estatal del campo es eliminar el arraigo a la tierra del campesino y su vida independiente. La solución es política: dar prioridad a la vida campesina por su calidad, y hacer pagar a la ciudad los productos del campo de forma que no sean los comerciantes de la ciudad los que vivan bien a costa de los campesinos y sus productos.
SOCIALISMO Y SINDICATOS
3.1. Por sindicato debe entenderse toda agrupación de individuos con intereses profesionales comunes, que se organizan para la defensa de esos intereses.
3.2. El primer gran fallo de los sindicatos es que esos sindicatos están creados para “defender los intereses de sus asociados”, no para defender la justicia, favorezca ésta o no a sus asociados. Esto marca una diferencia fundamental entre los sindicatos marxistas o empresariales y la idea NS de sindicato.
El concepto de lucha de clases, de que cada clase debe intentar conseguir el máximo beneficio sobre las otras sin importar donde está la razón, es lo que envenena de base al sindicato actual.
3.3. El segundo problema viene dado por el hecho de que los sindicatos sólo luchan por aquello que afecta a sus afiliados en el sentido material o profesional. El sindicato elimina la participación de la fuerza en el trabajo en otras facetas y aspectos. Centra todo el esfuerzo del trabajador en ganar más profesionalmente, pero quita su lucha por valores exteriores a estos márgenes profesionales.
3.4. Como solución al problema creado por la lucha de clases, los “fascismos” intentaron la solución a partir de “sindicatos verticales”, que, en teoría, debían juzgar los temas laborales y abordarlos en base a la justicia de unos tribunales laborales, sin atender a la lucha de clases.
En España es notorio el fracaso de este ensayo. La razón básica de su fracaso es que al estar los sindicatos verticales bajo el dominio del estado los creaba y fomentaba era imposible separar la política estatal de la del sindicato. Así pues sólo con una política estatal socialista hubiera sido posible que unos sindicatos verticales fueran medianamente efectivos. Por ello toda idea sindicalista basada en el verticalismo debe comprender que sólo puede ser útil dentro de un estado socialista, que actúe no solo como juez entre los intereses, sino que promueva una visión global justa y socialista.
3.5. El NS creó el Frente del trabajo, auténtica revolución en el mundo del trabajo que acaba de una vez por todas con el concepto de “sindicato” y sus limitaciones, dando al mundo obrero unas perspectivas infinitamente mayores. El Frente del trabajo no sólo agrupa a todas las clases trabajadoras sino que es la punta de lanza de la lucha socialista NS.
El Frente del trabajo no sólo abarca la acción en el mundo laboral sino que quiere ser la manifestación de los trabajadores en todos los aspectos de la vida popular. Así los obreros del Frente del Trabajo formarán agrupaciones ecológicas, ayuda al campo, apoyo a madres jóvenes, servicios de limpieza popular, embellecimiento de empresas, conciertos en las fábricas, arte en el trabajo, etc.
El concepto del Frente del trabajo es una superación total del concepto de sindicato e implica la intervención organizada de los trabajadores en la sociedad.
3.6. La huelga y el cierre patronal son los métodos de agresión a la comunidad que recurren los sindicatos y patronales en las sociedades burguesas. Ambos están legalizados pues en todas las sociedades burguesas está legalizada la lucha de clases definida como principio por el marxismo y asumida como propia por el capitalismo. El NS repudia totalmente estos métodos. Durante la etapa de lucha por el poder tampoco se usará en general la huelga como medio chantaje o presión, a excepción de casos especiales. En esta etapa una huelga podría ser aceptable siempre que los trabajadores la hagan para obtener mejoras en toda la comunidad, no a ellos solos.
SOCIALISMO ETICO
4.1. Los actos económicos injustos deben ser considerados como delitos comunes. No existe diferencia entre estafar o engañar en materia económica y hacerlo en otras materias.
4.2. Es tan antisocialista un empresario o banquero sin escrúpulos, como un obrero irresponsable. El pertenecer a una clase no da licencia para la injusticia.
El socialismo es patrimonio de una sola clase: la de los hombres honrados.
4.3. No deben considerarse lujos ni actitudes antisociales aquellas que llevan a una mayor elevación espiritual del hombre: El arte, el buen gusto, los conciertos, el deporte, etc. El que ciertos medios culturales hayan estado hasta ahora cerrados a las gentes sin medios económicos no quiere decir que no deban estarlo ni que sean rechazables. Lo rechazable es la política elitista y antipopular que se ha seguido en el arte. Lujo es todo aquello inútil para el desarrollo positivo del hombre.
4.4. En un estado socialista deben tender a desparecer los impuestos indirectos generalizados, aquellos que graban las cosas, independendientemente de que para qué y por quién se usen. Hoy día un ciego que desee comprar un equipo de alta fidelidad va a pagar quizás un alto impuesto de “lujo”. El comunismo eliminó el problema: No daba equipos de alta fidelidad ni a ciegos ni a nadie.
4.5. La política está enmarcada por lo posible. Las ideas no posibles no sólo son inútiles sino erróneas, en política. Las medidas económicas que se tomen deben ser pues posibles, eso es adaptadas a los medios disponibles. Por ello no es posible pedir mejoras y más mejoras sin pensar en su posiblidad. Lo que debe pedirse es un “estilo”, una ética y una honradez, buena voluntad. Los éxitos vendrán después tarde o temprano.
4.6. Es producto de la mentalidad materialista actual reducir todos los servicios de los ciudadanos a pagar unos impuestos, al dinero. El ejercito, que es el único servicio no pagable se está sustituyendo por el profesionalismo. La creación del Frente del Trabajo, de Servicios de embellecimiento popular, acciones civiles, etc., luchan contra esta tendencia.
4.7. Todo miembro del pueblo tiene derecho a un puesto de trabajo. Este principio está escrito en todas las constituciones burguesas para mofa y escarnio del parlamentarismo y de sus millones de parados.
El estado socialista no puede tolerar el paro ni la mendicidad.
Siempre que no se muestre mala intención, vagancia, etc., todo mendigo o parado debe poder tener un trabajo o un sueldo digno, ello es prioritario a toda otra consideración.
Si un pueblo no puede dar trabajo a todos sus miembros debe ser apoyado por lo demás pueblos arios.
4.8. Si el despido no es procedente en justicia en modo alguno puede considerarse lógico que por el pago de una cantidad de dinero se acepte la legalidad de este despido tal como ocurre actualmente en el mundo capitalista.
Las bajas en una empresa por causa de necesidades de producción, nueva tecnología o pérdida de mercado son las más duras de afrontar pues lamentablemente estos casos son muchas veces imposibles de solucionar de otra forma.
Pero el problema del paro pierde sin embargo su rigor cuando el estado socialista se compromete a dar trabajo y pagar un sueldo decente a quien lo solicite a cambio de un trabajo efectivo por la comunidad. No se acepta el paro actual, que no exige al parado un trabajo ni una actividad.
Por supuesto, la delincuencia, la mala voluntad en el trabajo, el no cumplir los deberes que implica trabajar, hace que se pierda este derecho al trabajo. Hay muchos “parados” que solo quieren vivir de subvenciones, este hecho debe considerarse un atentado al socialismo, una conducta burguesa.
4.9. Este sentido ético socialista debe ser aplicado en todos los ámbitos de la vida, no sólo la economía. Socialismo en el arte implica la toma de conciencia por parte del artista que mediante su obra debe expresar sentimientos que eleven al pueblo, no sólo a una élite o al que le paga. Socialismo es pues voluntad de servicio a la comunidad racial en todos sus aspectos.
La lucha revolucionaria a favor de los oprimidos por la finanza o el amo estatal es una obligación ética socialista. Apoyamos a los movimientos de liberación de todos los oprimidos por la injusticia. No luchamos a favor de la debilidad sino contra la injusticia. Debemos usar la fuerza, ser fuertes, para evitar la opresión.
SOCIALISMO E INTERVENCION ESTATAL
5.1. En el mundo actual se identifica el socialismo económico con la intervención estatal en los bienes de producción y en toda la vida económica en general, hasta llegar a pedir la omnipotencia estatal en toda la vida humana.
Aparece como ideal un estado omnipresente, con millones de funcionarios y muchos más millones de súbditos exprimidos.
5.2. El socialismo no implica una burocratización de la vida, pero si excluye la idea liberal de un estado “neutral”, “mal necesario” que mantiene el libre “juego” económico.
Para la política socialista se precisa un estado popular capaz de intervenir tajantemente contra cualquier intento antisocialista, capaz de marcar un ambiente ético, una honradez general.
5.3. Para todo ello el estado precisa contar con el apoyo y vigilancia de los elementos más honrados y rectos del pueblo.
La misión del movimiento NS es precisamente formar estos cuadros dispuestos a servir al socialismo. El éxito de la política socialista está TOTALMENTE en contar con estos hombres en los puestos de dirección.
Por ello el estado socialista debe cambiar la idea de funcionarios y burócratas superabundantes por una minoría selecta.
La corrupción de un funcionario debe ser así un delito gravísimo, penado con los máximos castigos, y a su vez las infracciones contra el Fisco, contra cualquier ley debe ser también fuertemente reprimida allí donde exista mala voluntad, más que donde haya oposición a la “letra” de la ley.
5.4. El estado debe garantizar un retiro igual y digno para todos los que hayan trabajado durante su vida laboral, independiente de cual fuera su sueldo entonces, pues siendo todos los trabajos de igual dignidad ante el estado, todos merecen el mismo retiro una vez las diferencias de responsabilidad, dedicación y trabajo llegan a su fín con el retiro.
La labor del estado es pues importante en todo el sistema socialista pero lo es más en cuanto a la dirección ética que en cuanto a la intervención material y burocrática.
5.5. Consideramos la propiedad privada como atributo inalienable de la persona humana. Todos deben tener acceso a la propiedad y no sólo algunos. Para los casos convenientes la propiedad comunal compartida de los medios de producción es ideal. Esta meta no debe imponerse inmediatamente. Todos aquellos que trabajan en una empresa serían –según su capacidad, interés, etc.- copropietarios. Incluso un recién ingresado se le iría convirtiendo en copropietario a base de retenciones parciales del sueldo.
Estas formas de copropiedad es ideal para grandes empresas.
SOCIALISMO Y GLOBALIZACIÓN.
6.1. La idea de un mercado mundial igualitario y regulado por oferta/demanda, por el menor precio y la mayor ganancia, es el objetivo final de la política capitalista. El hombre convertido en “productor” y la tierra en mercado.
6.2. Defendemos un sistema de sistemas autocentrados, donde cada zona étnica y culturalmente cercana, y con economías próximas , acerquen sus intereses bajo una dirección política.
6.3. Un mercado mundial lleva a arruinar los países pobres ante la competencia tecnológica de los desarrollados y convertidos en monocultivos o proveedores de mano de obra barata y dócil. Y a la vez arruina el campo de los países industriales con mano de obra más costosa.
La globalización es una imposición sionista dentro de su plan de gobierno mundial bajo el dominio del mercado y el dinero.
Socialismo. "Nuestras Ideas". Ramón Bau
Reeditado por Concejo Nacionalsocialista castellano (CNSC)


CASTILLA - COMUNIDAD - SOCIALISMO


CONCEJO NACIONALSOCIALISTA CASTELLANO

miércoles, 13 de febrero de 2008

CNSC aparece en prensa


En el día de hoy (12-02-08) Concejo Nacionalsocialista castellano (CNSC) ha aparecido en los medios de comunicación de un periodico gratuito conocido como : "20 minutos" en la edición segoviana.
http://www.20minutos.es/noticia/347096/0/web/antifascistas/segovia/
Nos resulta gracioso pues ni saben realmente como se llama la organización que dicen mencionar, aparte de llamarnos "ultraderechistas".Por ello, reclamamos mayor seriedad a los medios de comunicación, y antes de publicar cuanquier noticia relacionada con nosotros, que se informen antes de publicarla.


Concejo Nacionalsocialista castellano